LA ÚNICA FUENTE DEL OPTIMISMO

A menudo has oído decir que el mundo esta lleno de maldad y que el mal se manifiesta en todo lugar. Esto sin embargo, no implica que no haya cosas agradables. La vida puede reservarnos placeres y alegrías que compensarán con creces todo lo que haya en ella de ingrato y desagradable. No todo lo que nos rodea es malo; hay muchas cosas nobles; debes aprender a descubrirlas y a vivir de acuerdo con el aspecto ennoblecedor y bueno de la vida.

¡Cuantas personas, ya lo habrás notado viven como aplastadas bajo el peso de una congoja mortal! En algunos, ese estado de animo podría quizás explicarse, considerando las vicisitudes y las penurias por las cuales tienen que pasar, pero muy a menudo se trata simplemente de debilidades de carácter. No encaran las diferentes situaciones de su vida con criterio de vencedores. Se dejan aplastar por las circunstancias.

El pesimismo llena sus vidas sin que hagan el menor esfuerzo por librarse de el. Es mas, si observas bien verás que esas personas parecieran hallar un placer morboso en esa amargura de la cual evidentemente no quieren librarse. Parecerían, y valga la contradicción, hallar satisfacción en su tristeza.

Aléjate de semejante peligro. Busca los tonos claros y elevados de la vida. En una habitación de colores opacos y fúnebres nos sentimos agobiados y desalentados. Pero si abrimos una ventana para que entre el sol a raudales, el ambiente se transforma, y la luz realiza el milagro de vestir de gloria y optimismo hasta el rincón más obscuro.

De igual manera, en medio de todo lo agradable que te rodee, en medio del pesimismo, de la melancolía, de los fracasos, abre el ventanal mas grande de tu corazón, para que entre por el toda la luz posible, para que ésta ilumine toda tu vida. No te lamentes frente a la espina del rosal porque pueda herirte; más bien llena tus ojos con la hermosura de la rosa. Aspira su perfume y olvídate de la espina.