Escuchar parece de lo más fácil, pero requiere un aprendizaje. No basta con oír. Escuchar requiere atención y disciplina. Estos siete principios se han demostrado eficaces para captar a fondo los mensajes de un interlocutor.
-  Mirar a la cara. Si se está haciendo otra cosa, hay que dejarla y fijar la mirada en la del interlocutor; aunque no constantemente y con aire de superioridad, o de modo inquisitivo.
- La postura es significativa. Cuando se esta sentado, inclinarse ligeramente hacia delante, es una clara manifestación de interés por lo que esta diciendo quien tiene la palabra.
- Revelar con los gestos interés por lo que se esta escuchando, pero sin exageraciones: levantar las cejas, inclinar la cabeza asintiendo, sonreír cuando la conversación lo requiera.
- Acompañar la actitud de escuchar atentamente con frases apropiadas como "Estoy de acuerdo", "! Claro, Claro!", "Comprendo tu punto de vista" a todos nos gusta comprobar que nuestro interlocutor está captando las ideas que estamos intentando transmitir.
- Hacer preguntas sensatas, corteses y oportunas. Se puede animar a la persona que habla formulándole preguntas que muestren el genuino interés del oyente.
- No interrumpir ni contradecir: es preciso que se deje, a quien esta hablando, que de por terminada la exposición completa de su pensamiento antes de empezar a manifestar el propio. Y nuestro propósito no tiene que ser, en ningún caso, demostrarle a la otra parte que está en el error, si no exponer asertivamente y en primera persona del singular nuestro punto de vista.
- Escuchar todavía un poco más. Cuando uno piensa que ya ha terminado de escuchar debe prolongar su atención durante treinta segundos más.
 
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